Hay recetas de la abuela que son muy fáciles de preparar y que se guisan con pocos ingredientes. Un ejemplo de este tipo de recetas es el conejo al ajillo. Una receta tradicional de la gastronomía española que no puede faltar.
El conejo al ajillo es un plato nutritivo, saludable y económico con el que te vas a chupar los dedos.
En muchas regiones de España, el conejo al ajillo forma parte de la comida tradicional de la zona. Incluido en las cartas de los bares, el conejo al ajillo se sirve como tapa o como plato principal.
Cada región tiene su manera de guisarlo y de, incluso, añadir algún ingrediente más a la receta. Por ejemplo, añadir una picada de frutos secos a la salsa del conejo al ajillo.
También hay recetas que agregan patatas y verduras al conejo.
Según los gustos o tradiciones de cada región, el conejo al ajillo se guisa de una manera u otra. Y seguro que cada una de estas recetas está buenísima.
Los beneficios de la carne de conejo
El conejo es una carne blanca, ligera y digestiva. Contiene muy poca cantidad de grasa. Esto lo convierte en un gran aliado para aquellas personas que llevan una vida sana, son deportistas o están a dieta.
Uno de los principales beneficios del conejo al ajillo es su alto contenido en vitaminas B3, B6 y B12.
Su grasa tiene un porcentaje elevado de ácidos grasos poliinsaturados. además de fósforo, selenio y potasio.
El conejo al ajillo contiene muy poco sodio, por lo que se recomienda su consumo a las personas hipertensas.
Además de las vitaminas del grupo B, también contiene vitamina E en niveles más elevados en comparación a otras carnes.
Y dentro de los minerales, cabe destacar el magnesio, el zinc y el hierro.
Después de conocer algunos de sus muchos beneficios, veamos el paso a paso de como preparar conejo al ajillo.
Paso a paso para cocinar el conejo al ajillo
Empieza a preparar el conejo al ajillo pelando los ajos.
En una sartén mediana pon aceite de oliva y cuando esté caliente añade los ajos enteros y una guindilla.
Cuando los ajos estén dorados, los retiras junto con la guindilla. Reserva los ajos.
En ese mismo aceite sofríe el conejo por ambos lados. Solo sella la carne. Cuando veas que ha cogido color añade los ajos enteros.
Agrega también la sal y el romero.
Echa el vino blanco y cuando el alcohol se ha evaporado añade el vinagre de manzana.
Tapa la sartén y deja cocinar a fuego medio bajo durante 30 minutos.
De vez en cuando ves mirando que no quede demasiado seco. Si es así añade un poco de agua.
A mitad de cocción dale la vuelta al conejo.
Sirve caliente y decora con los ajos y la guindilla el plato.
Ya has visto qué plato tan sencillo de preparar. Solo te falta hacerlo y probar lo bueno que está.
El conejo al ajillo puedes acompañarlo de una buena ensalada, patatas fritas tradicionales o incluso arroz blanco.
Si te apetece algo más elaborado puedes preparar una sopa de galets que está para chuparse los dedos.
¡Buen provecho, familia!
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