En la gastronomía española se fusionan sabores y texturas que son verdaderas delicias para el paladar. Las costillas con lentejas son un buen ejemplo de ello. Un plato espectacular.
Si algo tienen las legumbres es lo versátiles que son. Se pueden tomar en ensalada, como guiso de cuchara o incluso con pasta, algo muy común en los pueblos del sur de Italia.
Para preparar la costillas con lentejas voy a usar lenteja pardina, costilla de cerdo ibérica y trozos de calabaza que a mi me encanta por el sabor ligeramente dulce que le aporta al guiso pero que si no te gusta puedes cambiar por zanahoria, boniato o no ponerle nada, a tu elección.
Los beneficios de comer costillas con lentejas
Costillas de cerdo ibérico
La carne de cerdo, aunque muchas veces se demoniza por considerar que tiene mucha grasa, aporta multitud de propiedades buenas para nuestro organismo.
Es uno de los alimentos más ricos en vitamina B1, por lo que el consumo de costillas con lentejas es muy recomendado en períodos de embarazo o lactancia, después de operaciones o durante una convalecencia debido a que en estos períodos hay un mayor desgaste de esta vitamina.
Además, ayuda a superar el estrés y la depresión por su alto contenido de esta vitamina.
Es un tipo de carne que no contiene ni carbohidratos ni azúcar. Entre los nutrientes se encuentran las vitaminas B3, K, B9 y B12.
Lentejas
Además de contener pocas calorías, las lentejas aportan una buena dosis de proteínas y fibra, así como gran variedad de minerales.
La proteína que tiene la lenteja no contiene colesterol ni grasas saturadas a diferencia de la proteína que proviene de animales, por eso son fáciles de digerir.
Aporta mucha energía debido a su alto contenido en hidratos de carbono. Estos son de absorción lenta por lo que la glucosa pasa a la sangre de forma progresiva sin causar picos de glucemia.
La fibra que contienen las lentejas es saciante y facilita el tránsito intestinal.
Además, gracias a la variedad de vitaminas que contienen del grupo B, tales como la vitamina B1, B2, B5, B6 y ácido fólico, la ingesta de lentejas beneficia el sistema nervioso.
Dentro de las variedades de lentejas que hay, para preparar la costillas con lentejas voy a usar la variedad pardina, una lenteja pequeña y tierna que es más digerible y menos flatulenta que otras variedades.
Calabaza
Es una hortaliza disponible durante todo el año con muy pocas calorías debido a la gran cantidad de agua que contiene.
Es antioxidante, contiene fibra, hidratos de carbono y potasio, además de calcio, magnesio, vitamina A, C y E.
Conocer lo que comemos nos permite saber si aportamos los suficientes nutrientes a nuestro organismo, y comiendo costillas con lentejas, lo hacemos.
Cómo se preparan las lentejas con costilla de cerdo
Primero de todo pon a cocer la calabaza en una olla con una pizca de sal durante 10 minutos o hasta que esté casi blanda. Los trozos de calabaza deben quedar enteros, por lo que es mejor quedarse cortos en la cocción y apagar el fuego que pasarse de tiempo.
En otra olla algo grande, pon las lentejas con el agua para que se vaya calentando. Escoge una lenteja de calidad, la que yo he puesto es procedente de Castilla la Mancha que puedes encontrar en Anem al Gra.
Mientras, en una sartén dora las costillas por ambos lados y las vas añadiendo a la olla donde están las lentejas.
En esa misma sartén dora las chalotas y los ajos sin necesidad de añadir aceite ya que la costilla habrá soltado grasa.
Corta los puerros y rehoga durante 2 minutos. Añade el azafrán, le das un par de vueltas y pon un cazo de agua de las lentejas.
Remueve bien y agrega a la olla grande.
Añade sal, pimienta negra molida, la pastilla de caldo de verduras y hierbas aromáticas atadas por un cordel para luego poder retirarlas.
Lava y pela las patatas. Córtalas en trozos, chascando la patata y las añades a la olla. Deja cocinar a fuego bajo durante unos 50 minutos.
Pasado ese tiempo mira como están las patatas y prueba para rectificar de sal si fuese necesario o si necesita más agua.
En la sartén que has usado antes rehoga los champiñones cortados con una gota de aceite.
Apaga el fuego de la olla, retira las hierbas aromatizadas y echa los champiñones y la calabaza escurrida. Mueve la olla para que se mezclen bien todos los ingredientes y no romper ni la patata ni la calabaza.
Deja reposar unos minutos y ya puedes servir con un chorrito de aceite de oliva por encima.
Aquí abajo encontrarás el paso a paso de la receta en fotos y la cantidad de cada ingrediente.
Consejos útiles sobre los ingredientes de la costillas con lentejas
El agua de la calabaza no la tires ya que es rica en minerales y vitaminas. Aprovéchala para hacer una sopa o como caldo de verduras o incluso, al preparar la costillas con lentejas, puedes hervir la calabaza con tiempo y usar ese agua en la preparación de la receta.
Cuando compres la calabaza escoge las que tengan la piel intacta y que sean firmes. Y a poder ser, que tengan pedúnculo.
La lenteja pardina que he escogido para la costillas con lentejas no necesita remojo, ya que su piel es fina y cuando la cocines quedará muy tierna.
Cuando dores la costilla de cerdo no es necesario añadir aceite ya que soltará su propia grasa, y recuerda que la grasa del cerdo ibérico no es mala, ya que contiene nutrientes necesarios para el cuerpo y para tu salud.
Reconozco que no soy de platos de cuchara pero confieso que con esta receta de costillas la cuchara me ha conquistado.
¡Cómo algo tan sencillo puede estar tan bueno dios mío!.
Con este plato súper completo de lentejas estofadas con costilla no necesitarás preparar nada más y si buscas platos similares te recomiendo el arroz con acelgas o más conocido en la comunidad valenciana como “arròs amb bledes” que es espectacular y súper sencillo de preparar.
¿Has preparado alguna vez esta receta de costillas con lentejas? Y si es así, ¿Cómo la haces? Me gustaría conocer tus dotes culinarias y que las compartas conmigo. Solo tienes que escribirme o dejarlo en comentarios y enseguida que te lea, te responderé.
¡Buen provecho, familia!
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