Las flores de carnaval son un dulce tradicional del Carnaval y Semana Santa. Quizás las conozcas con otro nombre. Flores extremeñas, flor de lis, florones castellanos, flor frita o flores manchegas. Este dulce de Carnaval se prepara en distintos lugares de España. Y dependiendo del lugar donde se preparen, reciben un nombre u otro.
Las flores de carnaval son consideradas frutas de sartén. Es el nombre que reciben los dulces que se fríen en lugar de hornear. En este grupo se encuentran otros dulces que son populares en esas festividades. Las torrijas, las orejas de carnaval, las filloas, las rosquillas… entre otros.
El buen comer nos acompaña en todas las festividades anuales. Con recetas que se preparan concretamente para esos días.
Curiosidades sobre las flores de carnaval
Las flores de carnaval son muy tradicionales en Castilla La Mancha, Castilla y León y en Extremadura.
En Galicia reciben el nombre de flores de sartén. Pero este dulce no solo se prepara en España.
En Colombia también preparan este delicioso dulce. Allí reciben el nombre de “solteritas”. La única diferencia que tienen con las flores de carnaval es que las preparan con agua en lugar de leche.
Y en otros países como México, Turquía, Malasia e Irán, se hacen dulces similares a las flores de carnaval.
Además de crujiente y rico, las flores de carnaval son llamativas por su forma. Esta forma se consigue con un molde metálico en forma de flor.
Según la historia, las flores de carnaval nacen de la tradición repostera sefardí. Y su forma imita la cruz de la Orden de Calatrava.
Cómo preparar las flores de carnaval
Para preparar las flores de carnaval, empieza lavando bien la naranja y el limón.
Cuando estén bien limpias, corta un trozo de la cáscara de cada uno sin llegar a la parte blanca. Y reserva.
Ahora en un bol vas a rallar el resto de la cáscara de naranja y limón. Añade la harina, los huevos, el azúcar, la leche y una pizca de sal. Si te gusta puedes añadir anís. Yo no le puse.
Mezcla todos los ingredientes. Bate bien para que no queden grumos. Tapa la mezcla con papel film y deja reposar unos 30 minutos.
Cuando haya pasado ese tiempo es momento de freír las flores de carnaval.
Para ello pon una olla al fuego. Que sea profunda para poder freír bien las flores. Llena la olla con aceite y añade las cáscaras que habías reservado antes.
Cuando estén doradas, retíralas y pon el molde de las flores dentro para que se vaya calentando.
El aceite ha de estar bien caliente pero sin humear. Para estos casos es muy práctico utilizar un termómetro de cocina. El aceite ha de estar a unos 190º grados.
Cuando el molde también esté caliente, sácalo del aceite. Mójalo en la masa sin llegar al borde superior. Sacude un poco para quitar los excesos de la masa y sumerge en el aceite sin tocar el fondo. Espera unos 5 segundos y mueve el molde ligeramente arriba y abajo. Verás como la flor se suelta por sí sola.
Fríe unos segundos y dale la vuelta con cuidado. Verás que las flores de carnaval quedan blandas. No te preocupes. A medida que se enfríen se pondrán duras y quedarán crujientes.
Ponlas en papel de cocina para que escurra el aceite.
Y cuando las tengas todas fritas, espolvorea por encima un poco de azúcar glass.
Es mejor comerlas el mismo día que las hagas para comerlas crujientes.
En muchas recetas de flores de carnaval verás que usan aceite de oliva. A mi personalmente no me gusta freír en aceite de oliva. Me resulta más pesado e intenso de sabor. Pero tú hazlas con el aceite que más te guste.
Como desayuno o merienda, puedes acompañar las flores de carnaval de un delicioso chocolate caliente. Y si te apetece probar algún otro dulce o tienes una comida especial donde quieras sorprender a tus invitados, prueba a hacer alguno de mis postres. Son muy fáciles de hacer y tienes el paso a paso explicado y en fotos para que no te pierdas detalle.
¡Buen provecho, familia!
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