La creatividad es importante para crear platos irresistibles y si unes ingredientes que casen bien, más aún. Hoy voy a preparar una deliciosa tartaleta de espárragos
La tartaleta de espárragos combina la textura crujiente del hojaldre con el sabor único de los espárragos. Un auténtico manjar fácil de hacer. Y en muy poco tiempo.
Diferencias entre espárragos verde y blanco
Para la tartaleta de espárragos voy a usar ambos tipos, pero ¿en qué se diferencian los espárragos verdes y los blancos?
Los espárragos verdes son los brotes tiernos de la esparraguera, crecen alrededor de unos 20 centímetros sobre el suelo y el contacto con la luz solar es lo que activa la clorofila y adquieren ese color verde intenso.
En cambio, los espárragos blancos crecen y se recolectan bajo tierra, lo que hace que conserven ese color marfil al no tener contacto con la luz solar y son de un sabor más suave. Para evitar cualquier contacto con el sol y que conserven su humedad natural, se recolectan de madrugada y todos los días.
Apenas se venden frescos, excepto en Navarra y alrededores, ya que la mayor parte de la recolección es vendida a las fábricas conserveras y es así como normalmente los consumimos.
Qué aporta la tartaleta de espárragos
- Los espárragos contienen mucha vitamina A, C, E y K, que favorece la absorción de calcio en los huesos.
- Son bajos en calorías, ricos en fibra, saciantes y ayudan a combatir el estreñimiento.
- Son diuréticos gracias a un aminoácido llamado asparagúsico que estimula la producción de orina.
- Contienen muy poca grasa y son ricos en minerales como sodio, calcio y potasio.
Todas estas propiedades los convierten en una elección perfecta para nuestros platos y junto con otros ingredientes crear elaboraciones deliciosas como la tartaleta de espárragos.
Origen del espárrago
Se cree que tienen su origen en las riberas del Tigris y el Éufrates, lo que actualmente conocemos como Irak. El espárrago era una hortaliza consumida en el antiguo Egipto, como reflejan pinturas encontradas en antiguas tumbas.
Los antiguos griegos y romanos extendieron su cultivo por toda Europa y aunque en la Edad Media cayó en el olvido, en el Renacimiento volvió a popularizarse.
Durante siglos el consumo de espárragos estuvo ligado a la nobleza y la burguesía. No fue hasta finales del siglo XIX cuando se empezó a comercializar el espárrago en conserva, pudiendo llegar a hogares más humildes y perdiendo esa exclusividad que tuvo durante años.
Ya sea como aperitivo de una cena o como plato principal, con esta tartaleta de espárragos dejarás a tus invitados impresionados.
Y si quieres que se queden con la boca abierta, acompaña este plato con una buena sangría española bien fresquita.
Anímate a cocinar conmigo. Las recetas que comparto son muy sencillas de preparar, solo tienes que seguir los pasos que te indico y disfrutarás del resultado.
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Gracias por tu apoyo. ¡Buen provecho, familia!
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