Una de las bebidas más conocida de nuestro país es sin duda la sangría española, una bebida refrescante que se sirve bien fría. En zonas de costa, sobre todo, es muy común que bares y restaurantes la incluyan en el menú por ser una bebida que gusta mucho a los turistas.
Podemos decir que la sangría española es sinónimo de fiesta, de verano, de playa y comidas en familia y con amigos.
Sobre su origen hay distintas historias y leyendas, pero una de las más fiables cuenta que en el año 1800 los campesinos españoles y portugueses la solían preparar con los productos de la tierra de los que disponían: vino, melocotones, manzanas y cítricos.
¿Pero cómo se hace la sangría?
El secreto de una buena sangría española está en la calidad de los ingredientes y en el tiempo de maceración.
La sangría se puede hacer con cualquier vino pero lo aconsejable es un vino tinto joven afrutado. Aunque tenga mucha graduación no importa ya que se rebajará con el agua del hielo.
Al escoger la fruta siempre es mejor usar la de temporada, porque es cuando está en su punto álgido de sabor y es más aromática.
Muchas recetas de sangría le agregan un poco de azúcar aunque hay quien opina que con el dulzor de la fruta ya es suficiente. A mi personalmente me gusta ponerle una pizca, porque le da un ligero sabor a almíbar sin quedar demasiado dulce.
Además del vino se le suele agregar algún tipo de licor como vermut negro, brandy o ron. En La Rioja y Castilla y León se le llama zurracapote o zurra, bebida que se sirve sobre todo en Semana Santa y fiestas locales.
Tipos de sangría
Si viajamos por España encontraremos multitud de variantes de esta receta.
Por ejemplo en Asturias la sangría suele prepararse con sidra en vez de con vino tinto llamándose sangría de sidra.
También hay versiones con vino blanco llamada sangría blanca y en Cataluña es muy frecuente hacerla con cava, comúnmente conocida como sangría de cava.
Cómo preparar la sangría española
Vamos a preparar una de las muchas versiones que existen y quizás para algunos esta versión de sangría la conozcan como zurra.
Sin duda da igual que nombre tenga mientras el resultado nos guste y como siempre os digo, si hay algún ingrediente que no os gusta cambiadlo.
Uno de los pasos importantes al hacer la sangría española es el tiempo de maceración, por eso la vamos a preparar un día antes. De esta manera cogerá todo el sabor de las distintas frutas y la serviremos bien fría de la nevera.
Vertemos el vino que hayamos seleccionado en un bol grande.
Exprimimos las naranjas y el limón y lo agregamos al vino.
Añadimos una copita de brandy y lo removemos para integrar los ingredientes.
Cogemos la fruta, en este caso fresas, naranja, manzana roja y nectarina y una vez lavada la cortamos en trozos medianos y las añadimos al bol.
Dejamos macerar en la nevera de un día para otro y si no podéis, dejarlo el máximo de horas posible.
Al día siguiente agregamos el azúcar y una rama de canela. Si podéis, dejarla macerar 1 hora más como mínimo para que la sangría absorba el sabor de la canela.
Por último, justo antes de servir, retiramos la fruta (este paso es opcional), agregamos el refresco de naranja y servimos la sangría con mucho hielo y unas rodajas de naranja. Y ya tenemos lista nuestra sangría española.
Aunque podemos encontrarla en los supermercados en formato de tetra brick el sabor no es el mismo. Vale la pena prepararla en casa y agregar o quitar según vuestro gusto.
Abajo os dejo la receta de sangría española abreviada y todos sus ingredientes.
Esta sangría española puede ser el acompañamiento ideal para una comida de verano como el empedrat o un carpaccio de sandía.
Espero que os haya gustado esta receta de sangría española. Animaos a dejarme vuestra opinión en los comentarios.
¡Que lo disfrutéis, familia!