Con la llegada del buen tiempo las terrazas y bares se llenan para disfrutar de una de las tradiciones que más nos gustan que es ir de tapeo.
Estas pequeñas porciones de alimento sirven como acompañamiento de las bebidas, ya sea una caña de cerveza, una copa de vino o una buena sangría. Al ir de tapeo no solo disfrutamos de nuestra gastronomía, también es una manera de disfrutar de una buena charla con amigos y familiares.
Se dice que el origen de la palabra tapa viene de una costumbre antigua de “tapar” con una rebanada de pan o loncha de jamón las bebidas para impedir que entrasen mosquitos o polvo en su interior. Con el tiempo, esta práctica se convirtió en una costumbre hasta convertirse en una tradición muy arraigada en nuestra cultura. Durante la época de verano, los bares y restaurantes suelen ampliar su oferta de tapas, ofreciendo una variedad de platos que son perfectos para combatir el calor.
La variedad de tapas cada vez es más amplia. Las más comunes son los clásicos como las patatas bravas, las croquetas, la ensaladilla rusa, etc. Pero también nos encontramos con tapas de pescado como los boquerones en vinagre, el pescaíto frito, el pulpo a la gallega. Menudos manjares más ricos tenemos en nuestra gastronomía que nos hacen disfrutar de buenos momentos.
Y como nos gustan tanto las tapas en la receta de hoy vamos a juntar tres tipos de tapas muy comunes, las patatas, el pulpo y los langostinos, todo en la misma receta: la ensalada de pulpo y langostinos. Una vez la probéis os va a encantar.
Esta ensalada de pulpo y langostinos puede ser un plato principal pero también puede servir como un picoteo con amigos, y si la acompañamos con unas tostadas es una buena opción como cena. Con esta receta sorprenderéis a vuestros invitados. Animaros a probarla y a disfrutar de un plato refrescante.
¡Buen provecho familia!