La receta de hoy es un plato fresco, cremoso y lleno de sabor. El salmorejo cordobés es un clásico de la gastronomía andaluza que destaca por su sencillez y por el uso de ingredientes frescos y de calidad. Originario de Córdoba, este plato conquista por ser una opción refrescante, nutritiva y, a la vez, deliciosa. Sírvelo como entrante o plato principal en los días calurosos, y disfruta de un rico salmorejo andaluz en cualquier momento.
¿Conoces qué diferencia el salmorejo cordobés del gazpacho?
La principal diferencia entre ambos platos es la textura. El gazpacho es una sopa fría que apenas tiene espesor y se puede tomar bebido.
Por el contrario, el salmorejo cordobés es más bien una emulsión, con una textura bastante espesa, parecida a una crema, y se come con cuchara.
Lo que marca esa diferencia de texturas es que, al gazpacho se le añade agua, mientras que al salmorejo cordobés no.
Ambas recetas comparten estos ingredientes, tomate, pan, aceite de oliva y ajo. Al gazpacho también se le añade pepino, vinagre y pimiento. Habitualmente, se suele acompañar con trocitos de pimiento, cebolla, pepino o picatostes.
En el caso del salmorejo cordobés, se acompaña con huevo duro troceado, unas lonchas de jamón serrano, si es ibérico quedará más bueno, y por último, un chorrito de aceite de oliva.
Consejos para un salmorejo cordobés perfecto
Lo principal es usar ingredientes que sean de calidad. Escoge tomates que sean maduros, así obtendrás un salmorejo casero con un color más intenso.
Usa pan del día anterior para hacer el salmorejo cordobés. El pan que se suele usar para hacer esta receta son las teleras cordobesas. Si no puedes encontrarlo puedes usar pan candeal o cualquier pan sea de miga compacta y, antes de añadirlo, retirarle la corteza.
Usa siempre aceite de oliva virgen, nunca aceite de girasol ni ningún otro.
Si no quieres que se repita el sabor a ajo puedes quitarle la parte del interior, o bien, usar ajo morado, que tiene un sabor más sutil.
Otras recetas con tomate como ingrediente principal que te van a encantar
Los platos más refrescantes son las ensaladas, pero si las comes siempre igual te acabas cansando. Una forma diferente de hacerlas es preparando un carpaccio de tomate, con higos, jamón ibérico y parmesano. Con hojas de albahaca y aceite de oliva virgen extra, esta ensalada se ha convertido en mi favorita.
Otra receta que puedes probar son los tomates rellenos de carne. Un plato completo y práctico que, si preparas con antelación, estará aún más bueno de un día para otro.
¡Buen provecho, familia!
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