Esta sopa es una explosión de sabores que nos transporta a las cocinas de nuestras abuelas.
La sopa de ajo se prepara con pan duro y ajo. Se le añade pimentón, aceite de oliva y huevos. Se cubre con agua y se cuece a fuego lento. Es un plato muy típico en distintas regiones de España y según la zona, su preparación varía.
Su preparación simple y unos ingredientes al alcance de todos, la convierten en un plato imprescindible en cualquier mesa. Y es perfecta para reconfortar el cuerpo después de un día largo.
La sopa de ajo es también es conocida como sopa castellana.
Origen y variantes de la sopa de ajo
La sopa de ajo es una receta de lo más humilde. Este plato nace de los campesinos y los pastores de Castilla y León. Por eso, muchos llaman a este plato sopa castellana.
Debido a las bajas temperaturas, necesitaban platos de comida que les hicieran entrar en calor y con ingredientes que tuvieran a mano.
La sopa de ajo surge de aprovechar los recursos humildes de los que disponían.
En la antigüedad ha sido un almuerzo muy frecuente en distintos lugares de España. Por lo general se añadía huevo a la sopa y se cocinaba con el calor.
Debido a la prohibición de comer carne, en muchos lugares es uno de los platos tradicionales de Semana Santa. En esos días, la sopa de ajo se suele comer en cualquier momento del día. Incluso en Zamora, se toma como desayuno tras las procesiones nocturnas.
Dependiendo de la economía de quién prepare esta receta, se suelen añadir otros ingredientes a la sopa.
La receta tradicional se prepara con agua. En la actualidad este ingrediente se suele cambiar por caldo de pollo o caldo de jamón.
Hay quien no le pone pan y en su lugar le ponen coliflor.
También se añaden tacos de jamón, que puede ser serrano o incluso ibérico.
Y otra variante es preparar la sopa de ajo con pimientos choriceros o tomate natural. O incluso, añadir un poco de queso.
Da igual como la prepares, lo que queda claro es que la sopa de ajo se ha extendido por toda España. Y en algunos lugares es uno de los platos favoritos para almorzar.
Diferencias entre sopa de ajo y sopa castellana
Para muchos la sopa de ajo y la sopa castellana son la misma receta. Pero hay una pequeña diferencia entre ambas.
La sopa castellana se prepara con más cantidad de agua dando lugar a una sopa más ligera y con un caldo más fino.
En cambio, la sopa de ajo se deja reposar más tiempo. De esta manera el pan absorbe el caldo y queda una sopa más espesa.
Mis consejos
Si llevas una alimentación vegana o vegetariana, simplemente omite ponerle huevo a la sopa. El resto de ingredientes que lleva son totalmente aptos para quienes llevan este tipo de dieta.
Las personas con intolerancia o alergia a la lactosa también pueden disfrutar de esta receta porque no lleva nada lácteo.
En cambio, las personas con intolerancia al gluten pueden preparar esta receta cambiando el tipo de pan por uno que no contenga gluten.
En los días fríos o después de una larga jornada, disfrutar de una sopa de ajo reconforta el cuerpo y alimenta.
Es de esas recetas tradicionales que a muchos nos han acompañado desde la infancia y nos traen recuerdos de olores y sabores.
Como acompañamiento para esta sopa, puedes hacer unos filetes rusos. O también preparar unos pimientos rellenos de salsa boloñesa.
¡Buen provecho, familia!
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