Las patatas gratinadas, o gratin dauphinois, son típicas de la cocina francesa y de origen delfinés. Este plato tan sencillo combina patatas finamente cortadas que se cocinan lentamente en el horno con nata, leche y un toque de ajo. Para terminar, se gratina con queso gruyere, consiguiendo una capa crujiente en la superficie, y un interior cremoso y suave. Un ejemplo de cómo pocos ingredientes bien combinados pueden crear un plato excepcional.
Consejos al hacer patatas gratinadas
La elección de los ingredientes es clave para que las patatas gratinadas queden sabrosas y suaves. Para ello te dejo a continuación varios consejos que creo pueden ayudarte.
Las patatas, según su variedad, son mejores para unos platos u otros. Para hacer este gratín la más adecuada es la patata blanca tipo monalisa, aunque hay quién utiliza patata kennebec. Es recomendable no dejarlas en remojo, de esta manera se aprovecha el almidón que sueltan y ayudará a ligar las patatas.
Al cortar las patatas puedes hacerlo con el cuchillo, aunque al usar una mandolina te aseguras de que queden del mismo grosor. Si las cortas con el cuchillo procura que sean igual de gruesas para que se cocinen por igual.
En las patatas gratinadas hemos añadido queso gruyere rallado, pero si no tuvieras puedes usar en su lugar cualquier otro queso con sabor que se funda con facilidad.
Otras recetas de gratín dauphinois usan nata con un 35% de materia grasa. En la elaboración de esta receta hemos usado nata líquida para cocinar, que es más suave y tiene menos cantidad de grasa y de calorías.
Lo bueno de esta receta es que puedes variar los ingredientes a tu gusto y condimentar con las especias que más te gusten.
3 ideas de guarnición para acompañar esta receta
Las patatas gratinadas es un plato que se puede comer como plato único o bien, se puede acompañar con platos de carne, ave o pescado.
Una idea de acompañamiento son estos rollitos de lomo rellenos con berenjena, jamón y queso, una receta italiana que también se cocina en el horno.
El pollo a la cerveza es otro plato con el que puedes acompañar este gratín de patatas. El sabor que le proporciona la cerveza contrasta con el sabor suave de la carne de pollo. Un plato sencillo que está más bueno aún si lo dejas preparado el día anterior.
Para esos días en los que vienen invitados a casa, el gratín de patatas es perfecto si lo acompañas de una rica caldereta de pescado y marisco, un plato reconfortante y lleno de sabor.
¡Buen provecho, familia!
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