El postre de hoy, conocido como crema catalana, se considera una variación de las natillas. También guarda similitudes con la “crème brûlée”, que se prepara con una base de caramelo.
La crema catalana es uno de los postres más icónicos de la gastronomía catalana. Este delicioso postre se suele comer el 19 de marzo, con motivo del Día del Padre o Sant Josep. Por este motivo, en algunas zonas también se la conoce como crema de Sant Josep, o simplemente crema Sant Josep.
Lo característico de la crema catalana es su presentación. En cazuelitas de barro individuales y con una gruesa capa de azúcar quemada por encima.
De textura cremosa y sabor ligeramente dulce, la crema catalana engancha y gusta a todos.
Historia de la auténtica crema catalana
¡Con la Iglesia hemos topado! Y no porque la crema catalana tenga que ver con alguna festividad religiosa. Sino porque detrás de este postre, que surgió por un error, se encuentran unas monjas catalanas.
Para conocer mejor esta historia, tenemos que remontarnos al siglo XVIII, al antiguo reino de Aragón. Allí se encontraba un convento que recibió la visita de un importante obispo catalán. Este señor era conocido porque le gustaba la buena comida y la disfrutaba con apetito.
Las monjas quisieron agasajar al obispo con sus mejores manjares. Decidieron preparar un flan casero, tarea que dejaron en manos de la monja más joven del convento. Nerviosa por tan importante visita, retiró el flan antes de que terminase de cuajar. Cuando se dio cuenta, y para no oír la reprimenda de sus hermanas, improvisó una base de caramelo.
El obispo, ávido por comer, probó el postre y empezó a gritar en catalán, “crema, crema” que quiere decir, “quema, quema”.
Cuando se recompuso, felicitó a las monjas por este delicioso postre. Y en su honor lo bautizaron como crema a la catalana. Hoy en día se le llama crema catalana o crema a secas.
Consejos para la preparación de crema catalana
- Una vez hecha la crema catalana, es importante dejarla enfriar bien. Para ello primero deja enfriar a temperatura ambiente y cuando ya estén frías mete en la nevera.
- Mantén siempre las cazuelitas de crema tapadas con papel film para evitar que la crema forme costra por encima.
- Cuando vayas a quemar la crema catalana debes hacerlo cuando ya estén bien frías, para que el calor no derrita el azúcar sino que lo queme.
- Quema la crema catalana justo antes de comerlas. Si las guardas quemadas en la nevera, la humedad hará desaparecer el crujiente del azúcar.
- Para quemarlas pon una capa generosa de azúcar.
- Puedes usar una pala de las que se calientan directamente al fuego, un quemador eléctrico o hacerlo con un soplete de cocina.
- Si usas la pala como yo, ésta debe estar muy caliente.
- Procura limpiar la pala después de cada uso, ya que el azúcar se quemará y puede estropear la capa de la crema.
Si sigues estos consejos estoy segura de que te va a quedar una crema catalana de escándalo. Y que una vez las pruebes a hacer en casa, no vas a volver a comprarlas hechas.
La crema catalana es un postre que puedes disfrutar en cualquier momento del año. Puedes preparar una caldereta de cordero para acompañar a este delicioso postre.
¡Buen provecho, familia!






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