Una de las recetas más populares en Estados Unidos es la costilla al horno con salsa barbacoa. Estas costillas quedan súper tiernas, se deshacen de tal manera que la carne se desprende del hueso con facilidad. Y la salsa barbacoa casera queda impregnada en cada bocado, proporcionándole un sabor increíble con ese toque justo de dulzura y un ligero sabor ahumado.
3 trucos para que la costilla al horno con salsa barbacoa quede bien jugosa
El error más común al meter las costillas de cerdo al horno, es dejarlas destapadas durante todo el tiempo de cocción. Esto provoca que todos los jugos se evaporen y quede una carne seca y tirando a dura.
Para conseguir que la costilla al horno con salsa barbacoa quede bien jugosa, un truco es envolver la costilla en papel de aluminio y cocinarla en el horno de esta manera. Así conseguimos que la carne se cocine en un ambiente húmedo y no quede ni reseca ni dura.
Otro truco para conseguir unas costillas de cerdo al horno jugosas es no abrir el horno mientras se cocinan. Las costillas deben cocinarse de manera uniforme a una temperatura constante y eso se consigue al evitar abrir el horno innecesariamente durante su cocción.
El último paso al hacer la costilla al horno con salsa barbacoa es retirarle el papel de aluminio, añadir la salsa impregnando bien la carne y darle un último toque en el horno para dorar la costilla. Quedará una capa crujiente por fuera y por dentro la carne estará bien jugosa y tierna.
Otros platos perfectos para acompañar con salsa barbacoa
Hacer una salsa barbacoa casera es tremendamente fácil. Lo bueno de esta salsa es que, si te sobra, puedes usarla acompañando otros platos.
Por ejemplo, con filetes rusos o unos rollitos de lomo relleno, un poco de salsa barbacoa en el plato queda perfecta. Con una pequeña cantidad es suficiente, solo para darle un ligero sabor a la carne.
También puedes usar esta rica salsa para acompañar entrantes como mejillones tigre o cualquier variedad de croquetas.
¡Buen provecho, familia!
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