Una versión distinta a las torrijas tradicionales son las torrijas caramelizadas con pan brioche. Son increíblemente jugosas por dentro, tienen una fina capa crujiente de caramelo por fuera y, además, no llevan huevo en la mezcla (aunque si quieres, puedes añadirlo).
Lo mejor de todo es que estas torrijas caramelizadas mejoran con el tiempo. Si puedes resistirte a comerlas recién hechas, te recomiendo dejarlas reposar de un día para otro. Así absorben aún mejor la leche infusionada y logran un equilibrio perfecto entre cremosidad y sabor.
Si te animas a hacerlas, verás que es una receta muy fácil pero con un resultado espectacular. Perfectas para preparar en Semana Santa o cualquier momento del año en el que te apetezca un capricho dulce.
Torrijas caramelizadas: los detalles que marcan la diferencia
Para lograr unas torrijas caramelizadas realmente deliciosas, hay ciertos aspectos que te ayudarán a conseguir un resultado espectacular. Desde la elección del pan hasta el tiempo de reposo, cada detalle influye en la textura, el sabor y el acabado final. A continuación, te explico varios puntos clave para que las torrijas caramelizadas te queden increíbles.
No llevan huevo
Hay muchas recetas de torrijas caramelizadas que llevan huevo. En esta versión he preferido no poner huevo porque el pan brioche ya aporta suficiente estructura y suavidad.
Esto también hace que la receta sea apta para quienes prefieren evitar el huevo en su dieta o sufren de intolerancia o alergia al huevo.
Si prefieres añadir huevo a las torrijas caramelizadas simplemente deberás añadir dos huevos a la leche infusionada cuando esté fría.
Déjalas reposar
Cuando preparé las torrijas caramelizadas hice la prueba de comerlas el mismo día y compararlas al día siguiente. Sin duda están mucho más ricas si las dejas reposar de un día para otro, si eres capaz de resistirte claro.
Al dejarlas reposar, las torrijas absorben completamente la leche infusionada, los sabores se intensifican y mejora su textura. Además, este reposo permite que la capa caramelizada se asiente mejor.
El pan brioche es esencial
La elección del pan es muy importante. A diferencia del pan que se usa para hacer las torrijas tradicionales, el pan brioche apenas tiene corteza y su textura es esponjosa.
Es un pan de miga aireada, lo que facilita la absorción de la leche infusionada sin perder su forma ni volverse pastosa. Al ser un pan ligeramente dulce, no es necesario añadir demasiado azúcar a la leche.
Cómo lograr un caramelizado perfecto
Puedes caramelizar las torrijas de varias maneras, solo tienes que escoger la que más se adapte a ti.
Puedes usar un quemador eléctrico o una pala para quemar azúcar. Después de hacer las torrijas en la plancha con un poco de mantequilla, simplemente deberás espolvorear un poco de azúcar por encima y quemar el azúcar hasta conseguir el color dorado de tu gusto.
Otra manera de hacerlas es la que yo he usado y personalmente me gusta más. Cuando hayas escurrido de leche el pan brioche, reboza cada rebanada en azúcar por ambos lados. Después, las haces en la plancha con un poco de mantequilla a fuego medio bajo, cuidando que no se dore en exceso. Hechas así queda una capa crujiente y dorada que le añade un sabor increíblemente rico.
Puedes usar azúcar blanco pero te recomiendo usar azúcar moreno. Hice la prueba con ambos y me quedo con el sabor más acaramelado del azúcar moreno. ¡Haz la prueba y me cuentas!
Un postre para cualquier ocasión
Aunque tradicionalmente es un postre que se disfruta en Semana Santa, lo bueno de estas torrijas caramelizadas es que puedes disfrutarlas en cualquier momento del año.
Los ingredientes de esta receta los tenemos al alcance en cualquier momento y eso facilita la posibilidad de hacerlas cuando nos apetezca este increíble postre.
Aunque la leche de las torrijas se infusiona con canela, al llevarlas a la mesa puedes agregar un poco de canela en polvo por encima. Para acompañar puedes añadir un poco de helado de vainilla o helado con nueces de macadamia. Aunque solas están buenísimas.
Si tienes a la vista alguna reunión familiar o con amigos, esta receta es perfecta para sorprender con algo especial.
Otros postres de Semana Santa que te gustarán
Si te han encantado las torrijas caramelizadas, hay otros postres tradicionales de Semana Santa que también son una delicia y estoy segura que te encantarán.
Junto con las torrijas tradicionales es uno de los postres más tradicionales que se disfruta en Semana Santa y también en Carnaval. Me refiero a los buñuelos de viento.
Estos pequeños bocados fritos son ligeros y esponjosos, y suelen llevar un toque de anís que les da un sabor único. Se pueden comer así o rellenar con nata, crema o incluso chocolate.
He de reconocer que nunca había probado la leche frita hasta que la hice para publicar en el blog y menudo descubrimiento. Me sorprendió mucho lo fácil que es prepararlo. Es un postre súper suave y cremoso que contrasta con la capa crujiente del rebozado. Un postre perfecto como cierre de una comida especial.
Otra tradición de Semana Santa es la Mona de Pascua, que se prepara o regala el lunes de Pascua. Este día es muy esperado tanto por los niños como por los adultos, que disfrutan de este dulce festivo en familia.
La mona de Pascua es una tarta a base de bizcocho que suele decorarse con huevos de chocolate, polluelos y plumas. Su preparación es más elaborada que los demás postres pero siguiendo el paso a paso tal como te lo explico verás que no es tan complicada de hacer.
Si te animas a probar alguno de estos dulces tradicionales, verás que todos tienen ese toque único que solo los postres de Semana Santa pueden ofrecer.
¡Buen provecho, familia!
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