En el sur es muy común que se sirvan las albóndigas de choco como tapa o plato en cualquier bar o restaurante. Una receta tradicional de la cocina andaluza y muy típica en la zona de Huelva y Cádiz.
Truquitos para que te queden unas albóndigas de choco esponjosas y tiernas
Todas las recetas suelen tener algún truco para que queden mejor. Por eso, quiero compartir contigo varios de ellos para que te salgan de rechupete y quieras repetir.
- Sé que esto lo repito mucho pero es probablemente el paso más importante para que una receta pase de quedar pasable a deliciosa. Me refiero a la calidad de los ingredientes. Como siempre te digo, estos han de ser frescos en la medida de lo posible. Y si son congelados, asegúrate de que sean de buena calidad y no se haya roto la cadena de frío.
- Para preparar las albóndigas de choco puedes triturar la sepia o cortarla a cuchillo. Si optas por picar la sepia te recomiendo que no la tritures en exceso. Si lo haces te quedarán unas albóndigas de choco gomosas y no notarás la sepia cuando des un bocado. También puedes cortarla a cuchillo en trozos bien pequeños aunque este paso es mucho más trabajoso.
- Otro consejo es que no abuses del pan rallado cuando mezcles la masa de las albóndigas. Han de quedar blanditas y no compactas. Por eso añade la cantidad justa de pan rallado y así conseguirás unas albóndigas de choco jugosas.
- Y cuando prepares esta receta, cocina a fuego medio bajo. En general, salvo algunas recetas, es mejor cocinar a fuego bajo. De esta manera el cocinado es lento y el resultado del plato mejora muchísimo.
El ingrediente estrella de esta receta es la sepia, que aporta una textura y sabor suave a este plato.
Las albóndigas de choco son ideales para servir como aperitivo o como plato principal. Acompañado de una buena copa de vino o una sangría de cava.
Como sugerencias de guarnición, puedes presentar esta receta con un poco de arroz blanco o una ensalada fresca.
¡Buen provecho, familia!
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