No vas a poder resistirte al delicioso aroma de este bizcocho de mármol recién horneado. Este clásico bizcocho de mármol destaca no solo por su atractivo aspecto bicolor, sino también por su textura esponjosa que se deshace en la boca. Perfecto tanto para el desayuno como para la merienda, este bizcocho de mármol es una opción ideal para cualquier ocasión. Además, su preparación es tan sencilla que te sorprenderá lo rápido que podrás disfrutarlo con una taza de café o un vaso de leche. Prepárate para llenar tu cocina de un aroma irresistible y consentir a tu familia con este bizcocho casero.
5 consejos para un bizcocho de mármol súper esponjoso
Conseguir que el bizcocho de mármol salga esponjoso es mucho más sencillo de lo que puede parecer. Solo tienes que seguir leyendo y poner en práctica los consejos que te doy a continuación.
Temperatura del horno: Es importante siempre precalentar el horno antes de introducir el bizcocho de mármol en el horno. Los bizcochos, para hacerse adecuadamente, se hornean a una temperatura entre 170-180ºC. Si se cocinan a una temperatura más elevada es cuando se agrietan, quedan secos e incluso pueden quemarse.
Ingredientes a temperatura ambiente: Puede parecer una tontería, pero los ingredientes fríos de la nevera son más difíciles de mezclar y es posible que no queden bien integrados. Por eso, es recomendable sacar los ingredientes de la nevera unos 30 minutos antes y que cojan temperatura ambiente.
Batir correctamente: La esponjosidad en el bizcocho se consigue dándole aire a la masa y para eso es necesario batir bien los ingredientes. Cuando veas una receta de bizcocho que lleve huevos y azúcar o mantequilla, siempre, siempre, siempre bate 5 minutos de reloj. Ese es uno de los pasos más importantes para conseguir un bizcocho de mármol súper esponjoso y tierno.
No cambies la receta: Es importante que leas bien la receta y sigas los pasos que te indica sin cambiar nada. Las cantidades de los ingredientes se han calculado para conseguir un resultado y si las cambias el resultado no será el mismo.
Tamiza siempre la harina y la levadura: Este paso es importante porque así te aseguras de conseguir una masa fina y sin grumos. Cuando vayas a añadir la harina hazlo poco a poco y con movimientos envolventes hasta que quede bien incorporada al resto de la masa.
Pon en práctica estos consejos y conseguirás que tus bizcochos siempre queden esponjosos y tiernos.
Otras recetas de bizcochos que no debes perderte
El clásico bizcocho de yogur es de esos bizcochos que no pueden faltar en un desayuno o merienda. Queda súper tierno y con un ligero aroma a limón delicioso.
Si te gusta la fruta disfrutarás con este bizcocho de arándanos y limón. Cómelo ligeramente templado y verás lo rico que está.
Un dulce muy parecido al bizcocho son las magdalenas. Estas magdalenas de naranja son muy fáciles de hacer en casa y saben a naranja de verdad.
También puedes hacer estos muffins de chocolate. Con un sabor intenso a chocolate, estos muffins son una tentación a la que va a ser difícil que te resistas.
¡Buen provecho, familia!
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