Un dulce que nunca falla son las magdalenas. Una receta fácil y deliciosa para disfrutar en cualquier momento. Descubre cómo hacer magdalenas de naranja sin leche súper tiernas. ¡Sigue el paso a paso y sorprende a todos! Su preparación es muy fácil y… ¡Están buenísimas!
¿Cómo conseguir magdalenas de naranja con copete?
El truco para conseguir el característico copete de estas magdalenas sin leche es dejar reposar la masa en la nevera varias horas o incluso de un día para otro. Al estar frías de la nevera y meterlas en el horno provoca un contraste de temperatura que hace que suban más rápido y el impulsor haga bien su función.
Para que queden tiernas es necesario airear bien la masa batiendo. Si la masa tiene burbujitas es señal de que tiene suficiente aire y quedarán esponjosas.
Los ingredientes siempre han de estar a temperatura ambiente. Si bates los ingredientes estando fríos de la nevera, es posible que la masa se corte.
El horno siempre ha de estar precalentado a la temperatura que marque la receta que estás siguiendo.
Si sigues estos consejos conseguirás unas magdalenas de naranja con copete, además de esponjosas y tiernas.
Conserva las magdalenas de naranja como recién hechas
Para conseguir unas magdalenas de naranja esponjosas la masa necesita aire. En cambio, una vez echas el aire es lo que hace que las magdalenas se sequen y pierdan su textura.
Para conservarlas como recién hechas es importante elegir un recipiente que quede cerrado herméticamente. Puede ser un táper o una lata metálica. Lo importante es que no entre nada de aire para no perder la humedad y se endurezcan.
Escoge un recipiente que sea lo suficientemente grande para que quepan las magdalenas sin aplastarse unas con otras.
Si el recipiente es alto y quieres poner unas encima de otras, te recomiendo que pongas papel vegetal entre ellas.
De esta manera estos muffins de naranja se conservarán como recién hechas durante 4 o 5 días.
Otra manera de conservarlas es congelarlas. Puedes optar por envolver cada magdalena en papel film y congelarlas de forma individual. O bien, meterlas en un recipiente y congelarlas todas a la vez.
Cuando las saques del congelador, una vez descongeladas a temperatura ambiente, dales un toque de calor en el horno y quedarán como recién hechas.
Otros dulces caseros que pueden gustarte
Preparar postres en casa puede ser muy sencillo. Además te aseguras de que lo que haces, no lleva conservantes ni colorantes ni estabilizantes.
Si te gusta disfrutar de algo dulce en el desayuno o en la merienda puedes probar el clásico bizcocho de yogur. Queda súper tierno y esponjoso.
Quizás te gusten los bizcochos con frutas. Si es así prueba este bizcocho de arándanos y limón, un contraste de sabores delicioso.
Si te apasiona el chocolate no puedes dejar de probar los muffins de chocolate, con auténtico sabor a chocolate de verdad. O también las cookies choco velvet con trozos de chocolate blanco. ¡Qué cosa más rica!
¡Buen provecho, familia!
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