Los canelones de espinaca y ricotta son una buena manera de comer verdura casi sin darnos cuenta. Con un relleno ligero que se prepara de manera muy sencilla y una salsa bechamel casera que aporta un sabor cremoso a los canelones. Una receta muy práctica que se puede dejar preparada con antelación y hornear al momento de comer.
¿Cómo hacer los canelones de espinaca y ricotta sin pasar mucho tiempo en la cocina?
Cuando no se dispone de mucho tiempo para pasar en la cocina, lo mejor es simplificar la receta. Por eso, cuando hagas los canelones de espinaca y ricotta puedes hacer varios cambios que te ayudarán a cocinar este plato en poco tiempo.
Bechamel:
Esta receta lleva bechamel casera pero otra opción es comprarla ya hecha. En muchos supermercados venden tetra bricks de bechamel ya preparada y son una buena opción si no dispones de tiempo.
Pasta:
Venden pasta precocida de marcas conocidas y de buena calidad que simplemente se dejan en remojo con agua caliente unos minutos sin necesidad de cocerlas en abundante agua.
También hay un tipo de pasta que tiene forma de cilindro alargado que es especial para rellenar. Si escoges este tipo de pasta te será muy cómodo poner el relleno en una manga pastelera sin ponerle boquilla, cortando solo la punta y rellenar la pasta.
Cualquiera de estas opciones te ayudará a pasar menos tiempo en la cocina.
Relleno:
Al preparar el relleno de los canelones de espinaca y ricotta si se usan espinacas congeladas es necesario escurrir muy bien el agua. Para evitarte esa faena utiliza espinacas frescas, de las que ya venden cortadas y limpias. Y en vez de cocerlas en agua puedes saltearlas unos minutos con un poco de aceite en una sartén. Tardarás mucho menos tiempo si lo haces así.
Ideas para acompañar los canelones de espinacas
Al llevar pasta y salsa bechamel, los canelones de espinaca y ricotta son un plato muy completo y se puede comer como plato único. Pero es cierto que si vienen invitados a casa siempre nos gusta preparar algún aperitivo. Para esas ocasiones te he preparado varias propuestas que te pueden solucionar el menú de ese día.
Unos aperitivos ligeros que se preparan de manera muy sencilla son las brochetas de melón con crujiente de jamón, las brochetas de langostinos y piña con salsa teriyaki o las brochetas de verduras con glaseado balsámico y mostaza.
De beber te propongo la clásica sangría española o una refrescante sangría de cava. Para los amantes de los cócteles un buen mojito cubano es ideal para disfrutar durante el aperitivo.
En cuanto al postre, te sugiero algo que no sea muy pesado como la tarta de frutas, la tarta de queso La Viña o la clásica crema catalana. Y para poner el broche final a esta comida, haz un rico café y prepara un barraquito con él. Sorprenderás a todos.
¡Buen provecho, familia!
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